viernes, 25 de abril de 2008

No hay paso seguro...



Para llegar hacer algo grande y sentirse bien con el resultado hay que comenzar practicando con cosas pequeñas, ya que finalmente gota a gota se irá llenando el vaso... por ejemplo, yo he querido durante años acabar con mi vida, por el sólo placer de hacerlo. ¿Pero de qué me vale una muerte rápida si no puedo disfrutarla a conciencia? por ello opté por la bebida y el cigarro, que en cantidades moderadas me permiten disfrutar del proceso. Es un camino lento y poco seguro, pero un camino al fin y al cabo. Como no hay apuro, las adicciones a esos elementos no forman parte de mi existencia ¿para qué? no deseo nublar mis sentidos y perderme el maravilloso declinar de la vida (y la renovación del ciclo) prefiero dar la vuelta completa, caminar por la cuerda, llegar a los extremos, volver a la media y seguir.

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